Las mejores comedias son las tortillas del mundo del cine: son aparentemente fáciles de hacer y, por tanto, obtienen poco reconocimiento cuando se hacen bien -y, desde luego, ningún premio-, pero seguro que la gente se da cuenta cuando se convierten en un desastre pegajoso y lleno de almejas. Pero vamos a aclarar ese concepto erróneo, porque nada más lejos de la realidad. Una buena comedia -por no hablar de una gran comedia- es una obra de alquimia que se basa en un ritmo cómico perfecto, buenas interpretaciones, una buena narración y, por supuesto, un guión lleno de risas. ¿Y una comedia que trasciende las fronteras lingüísticas y culturales y es un éxito? Eso es lo que se llama un milagro.

Quizá por eso este año puede llamarse el año de las comedias: Debe de estar lleno de huesos de la risa. Pero las cosas mejoran: Hit Man, The Fall Guy y la más PG IF ya están proporcionando hilaridad a mediados de año, y se esperan más risas con el romance Nicole Kidman-Zac Efron A Family Affair y Deadpool & Wolverine. Aquí encontrarás películas edificantes, tontas y divertidas entre las merecedoras de un Oscar y los dramas para adultos.

Las mejores comedias de 2024

Veamos cuáles son las mejores comedias de este año que el público estadounidense, y quizá el de todo el mundo, ha estado esperando.

1. Sicario

La película más divertida de Richard Linklater desde Escuela de Rock llega a Netflix tras un breve estreno en cines, y automáticamente será también allí la nueva película más divertida. Sicario se nutre del carisma de Glen Powell y de un guión vanguardista que lo aprovecha al máximo. El actor de Top Gun: Maverick tiene mucha personalidad a la que hincar el diente como pseudoasesino que trabaja para la policía. Ésta es una de esas comedias a las que ni siquiera los tráilers pueden hacer justicia. La acumulación de escenarios extraños pero creíbles culmina en un crescendo que parece un trago de gas de la risa.

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2. pobrecitos

El cuento de Frankenstein steampunk de Yorgos Lanthimos ha sido muy elogiado y ha suscitado un debate sobre si la historia de una joven que se embarca en un libidinoso viaje de autodescubrimiento como experimentadora científica confunde la explotación sexual con la liberación femenina, una preocupación válida. Pero todas estas disputas ocultan lo edificantemente divertida que es la película. Stone ganó su segundo Oscar (semicontrovertido) por su interpretación de una víctima de suicidio resucitada con el cerebro de un bebé, pero su actuación está infravalorada como hazaña de comedia física, sobre todo en las primeras escenas en las que pasa de ser una niña tropezona a una adolescente hormonal obsesionada con el «rebote furioso». Mark Ruffalo también está genial como su posible marido, que se transforma en un hombre llorón y dañado.

3. Deadpool y Lobezno

Deadpool y Lobezno es como un campo de asteroides, lleno de chistes irónicos, meta-referencias y peleas sin sentido (chicos, todo el mundo es indestructible). Pero incluso a los haters más acérrimos les resultará difícil sentarse a ver la película sin reírse, ya que el superhéroe sabelotodo de Ryan Reynolds es un bombardeo constante de chistes, con un respetable porcentaje de aciertos. ¿Tu entrenador de dialecto son los Minyons?», se ríe del impenetrable acento de Gambito. «Hará eso hasta los 90», resopla ante el reticente resucitador Logan. Película de superhéroes mixta, comedia muy decente.

4. El Caso Guy

Tonta, entretenida y con todas las acrobacias locas posibles, El caso Fall Guy merecía recaudar mil millones de dólares en taquilla. En cambio, debería contentarse con el hecho de que fue la primera comedia que tuvo la ingeniosa idea de emparejar a Ryan Gosling y Emily Blunt. Interpretan a una pareja distanciada que aún no se ha recuperado de su ruptura… mientras ruedan una película de ciencia ficción multimillonaria y tienen que lidiar con la repentina desaparición de su estrella (Aaron Taylor-Johnson). La trama es despiadada, pero los dos protagonistas (y todos los demás) hacen los chistes de forma tan directa que casi no te das cuenta.

5. Cientos de castores

Una auténtica película indie americana (y no de las de 50 millones de dólares). La batalla final entre el hombre (el Cole Tews de Ryland Brickson, extremadamente simpático) y el castor (seis actores enmascarados, luego aumentados digitalmente) es una delicia de bajo presupuesto. Las bofetadas nevadas y la violencia caricaturesca se dan en un estilo de cine mudo de ritmo perfecto, inventivo y original cuando un desventurado trampero debe atrapar a 100 castores para conquistar a su verdadero amor. Después de 108 minutos de pura genialidad cómica, me darás sinceramente una pasta.

6. Ficción americana

El eterno actor secundario Jeffrey Wright consigue por fin su merecido papel protagonista en la ingeniosa adaptación de Cord Jefferson de la novela de 2001 de Percival Everett «Erasure», en la que interpreta a un novelista negro que se recompone y da a la gente (blanca) lo que quiere -las memorias del gueto de un criminal ficticio titulado simplemente «Joder»- y, sin darse cuenta, se convierte en una estrella literaria en el proceso. El vaivén entre la farsa social y el drama familiar es mucho más perturbador en la pantalla que en el libro, pero Wright equilibra hábilmente la sátira mordaz con el patetismo sincero. Una digna heredera del largamente infravalorado batiburrillo hollywoodiense de Robert Townsend.

7. los supervivientes

¿Paul Giamatti como un malhumorado profesor de historia en un internado de Nueva Inglaterra hacia 1970, que debe cuidar de un alumno (el recién llegado Dominic Sessa) que se quedó atrás durante las vacaciones de Navidad? ¡Preparaos! El adusto carisma de Giamatti es lo más destacado de este drama extrañamente reconfortante de Alexander Payne, pero el vínculo agridulce que forma con Sessa y la maravillosa Da’Vine Joy Randolph -especialmente en la segunda mitad de la película, cuando el grupo se escapa del colegio y se dirige a Boston- hace de esta película un nuevo evergreen navideño.

8. la naturaleza del amor

Sexy y divertida: no se ve una combinación así muy a menudo hoy en día, así que me quito el sombrero ante esta inteligente comedia romántica franco-canadiense en la que se unen la respetada profesora Sophia y el joven trabajador de la construcción Sylvain. Ambos son guapos, y ambos son el resultado de sus diferentes orígenes: una variedad de malentendidos y situaciones incómodas. Merece la pena ver la película sólo por una de las alegres escenas de la fiesta de payasos, en la que una mujer con caléndulas se ve sorprendida por una torpe proposición de cocina, mientras los aburridos Gen Zers echan mano de las cámaras de sus teléfonos móviles y el anfitrión exige que interrumpan el evento mientras un niño vomita.

9. arte de la amabilidad

A Yorgos Lanthimos le encantan las comedias negras y súper secas. Eso es definitivamente cierto en esta ambiciosa secuela, un enrevesado tríptico con tres historias diferentes y un gran reparto -Emma Stone, Jesse Plemons, Willem Dafoe- que interpretan a personajes diferentes en cada entrega. Tienen mucho que hacer -canibalismo ocasional, una secta sexual, un jefe demente que ordena a sus empleados cometer asesinatos- y poco que explicar. Pero Lanthimos ha incluido suficientes momentos para hacerte reír y dejarte sin aliento, sin olvidar la salvaje secuencia de baile de Emma Stone que refresca la memoria.

10. Chicas Malas

El éxito adolescente original sobre una inadaptada de instituto se remonta a los años 80, pero esta adaptación musical encuentra nuevas formas de romper las jerarquías sociales que se ajustan a la cambiante cultura actual. Reneé Rapp como la abeja reina Regina y Auliʻi Cravalho como Janis destacan entre las inadaptadas; la afirmación de Rapp de que no vestirse es una vergüenza para las putas en Halloween es un giro perversamente divertido.

Las mejores comedias – Cómo se les homenajea

Los premios a las mejores comedias han cambiado mucho en las últimas décadas, a medida que han cambiado la industria cinematográfica y los gustos del público. Los premios a las comedias son especialmente importantes, ya que este género suele estar infravalorado en comparación con los dramas más serios y las películas de acción. En este artículo, te explicamos cómo se juzgan y premian las mejores comedias, qué criterios se tienen en cuenta y cuáles son los premios más prestigiosos de este género.

1. Historia de los premios de comedia

La historia de los premios de comedia comenzó en la década de 1920 con la introducción de uno de los primeros grandes premios internacionales de la historia del cine, los Premios de la Academia. Durante mucho tiempo, sin embargo, las comedias no recibieron la atención que merecían en estos premios, ya que los críticos y la Academia solían favorecer las obras dramáticas. El primer gran avance se produjo en 1934, cuando la comedia romántica Sucedió una noche ganó el Oscar a la mejor película. Pero fue la excepción, no la regla.

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2. El papel del Globo de Oro

El verdadero reconocimiento de las comedias llegó con la introducción de los Premios Globo de Oro, que concede la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA). Desde 1951, los Globos de Oro tienen una categoría separada para la Mejor Comedia o el Mejor Musical, con el fin de que estos géneros tengan más posibilidades de ganar. Los Globos de Oro se caracterizan por poner en la misma categoría comedias y musicales, lo que a menudo genera controversia, pero también da a los géneros más ligeros la oportunidad de brillar.

3. El papel de la crítica y el público

A la hora de premiar las comedias, no sólo cuenta la opinión del jurado de expertos, sino también las reacciones de la crítica y el público. Rotten Tomatoes y Metacritic son plataformas en las que se reflejan las opiniones del público junto a las valoraciones de los críticos. Estas críticas suelen influir en el éxito que tendrá una película en la temporada de premios. Las opiniones del público son especialmente importantes para las comedias, ya que estas películas se hacen principalmente para entretener al público. Para que una comedia tenga verdadero éxito, debe ser unánimemente bien recibida no sólo por los críticos, sino también por el público.

4. Festivales de cine independiente y premios

Además de los grandes premios de Hollywood, varios festivales de cine independiente desempeñan un papel importante en la concesión de premios a las comedias. Por ejemplo, el Festival de Cine de Sundance, que suele premiar las comedias independientes. Estos festivales dan a las películas con presupuestos más reducidos, pero con un humor innovador y fresco, la oportunidad de ser reconocidas por la industria y el público. Los premios de los festivales independientes suelen repercutir en la futura carrera de las películas y pueden ayudar a dar a conocer estas obras a un público más amplio.

Festival de cine

5. plataformas online y nuevos premios

En los últimos años, las plataformas de streaming online, como Netflix y Amazon Prime Video, han abierto nuevas oportunidades para las comedias. Estas plataformas no sólo desempeñan un papel importante en la distribución, sino también en la concesión de premios. Premios como los Emmy o los Critics’ Choice Awards reconocen cada vez más las comedias que se presentan en plataformas online. Esto es especialmente importante para el futuro del género, ya que los servicios de streaming dan a las obras más pequeñas y experimentales una oportunidad de éxito.

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6 Reflexiones finales

Los premios a las mejores comedias han cambiado mucho en las últimas décadas y ahora gozan de un reconocimiento mucho mayor. Ya se trate de una superproducción de Hollywood o de una película independiente, las mejores comedias tienen la oportunidad de obtener el reconocimiento que merecen. A medida que la industria cinematográfica siga evolucionando, cabe esperar que las comedias desempeñen un papel cada vez más importante en los premios, reflejando los gustos y expectativas cambiantes del público y la crítica.